... Y TUVIMOS QUE ASUSTAR A LA POBLACIÓN PARA TRANQUILIZAR A LOS MERCADOS (El Roto, en "El País")
- LINA LEY FANCELLI
- 11 ene 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 15 jun 2023

Si bien Freud puso especial énfasis en el desarrollo de mundo interno individual, asimismo dedicó importantes investigaciones a la psicología de las masas y la influencia de la cultura, la religión y otros factores sociales en el yo individual.
La profunda crisis que atraviesan los gobiernos en Europa y EEUU ha convertido el panorama político, social y económico en un contexto presidido por la inestabilidad y la incertidumbre. El discurso dominante nos satura de informaciones contradictorias y advertencias catastróficas, sin que ninguna voz dé sentido a esta cadena de acontecimientos, de consecuencias difíciles de prever. Los sentimientos de amenaza, inseguridad, humillación o indignación, latentes o manifiestos, buscan nuevas formas de expresión. Las situaciones traumáticas que derivan de la exclusión, la incertidumbre, la precariedad suponen un estado de violencia social que produce consecuencias psicológicas dañinas,
El Dr. Guillermo Bodner, psicoanalista didáctico de la Sociedad Española de Psicoanálisis, subraya cómo, en la actualidad, se cuida la salud emocional de los mercados, que reclaman "confianza", se mueven con "nerviosismo", padecen "depresiones" o "euforias", mientras que de forma humillante y perversa se ignora la nociva influencia que éstos ejercen sobre las personas.
Zygmunt Bauman, sociólogo y filósofo polaco, hace referencia a una triple fractura, muy dañina para el ser humano, pues nos desvincula y aleja de la realidad:
En primer lugar, la fractura entre el crecimiento económico y el bienestar social; en segundo lugar, entre el poder y la política y en tercer lugar, entre el hombre y la sociedad, fruto de procesos de individualización que han dado como resultado una sociedad siempre más atomizada, fragmentada, pulverizada. Todos los afectados, que son muchos, sufren independientemente su procedencia y pertenencia, pero cada uno sufre solo.
Bauman habla de un "miedo líquido" , que a diferencia de los miedos de viejo tipo, es más impreciso, móvil, modificable, difícil de identificar y situar con exactitud. Tenemos miedo sin saber de dónde viene éste y nuestros temores vagan en busca de las causas que queremos desesperadamente encontrar, pero que debido a las múltiples fracturas o escisiones nos alejan de su origen. En el mundo que se globaliza velozmente, los agentes de acción política no tienen suficiente poder para erradicarlo. Por esto, los miedos tienden a desplazarse de las causas principales a los objetivos accidentales.
Los psicoterapeutas tenemos en cuenta que la mente no funciona sólo con las cosas que percibimos, sino que es necesario que esas percepciones se transformen en representaciones mentales, en símbolos que a través del lenguaje den lugar al pensamiento con diferentes niveles de elaboración. El lenguaje, el símbolo y la abstracción pueden ser usadas creativamente a distancia de sus referentes materiales. Pero en ninguno de estos casos existe un repudio, ni una negación de esta relación con la realidad.
Lina Ley Fancelli
Psicóloga y Psicoterapeuta
Barcelona, 14 de Julio de 2014